El Falósofo Iluminado, tras el mordisco que recibió en el cuello, empezó a escuchar una voz femenina en su cabeza, no quiso hacerlo público, pues conocía la reticencia de algunos de los miembros del grupo a creer en "dioses paganos".
Después de todo, parece que Aeris, la diosa araña a la que adoraba Dalshim, existía, pues nadie más que un dios podría conocer datos tan específicos de su pasado. Conocer su nombre.
Una noche mientras dormía en la enfermería, soñó con su templo, el templo en el que creció, solo que en este sueño, todos sus conocidos rezaban a la figura arácnida.
Los vidriosos ojos de la figura le enfocaron y habló:
-Killian, esa rabia será tu fin. Yo puedo enseñarte a controlarla y sólo te pediré tu completa sumisión a cambio de tu vida, puedo hacer que lo controles.